Estos días no sé si me he sentido más como una arrestada o como Miss Daisy: me recogían, me llevaban en coche y me traían de vuelta…
… claro que eso de ir custodiada por la Guardia Civil, atravesando las salas de espera da juego para la imaginación… ¿qué habrá hecho que se va en el coche de los picoletos? ¿dónde irán? ¿a qué? Además iba sentada en la parte de atrás y en casi todos los coches, las puertas había que abrirlas desde fuera, con lo cual o parecían muy caballerosos abriéndome y cerrándome la puerta o parecía que estaba arrestada…
El mosqueo de la gente ha ido en aumento y ya hasta algunos médicos se me cuadran cuando me ven. Y todos preguntan y yo, la verdad, es que sigo sin enterarme de por qué hemos hecho estas inspecciones conjuntas… pluralizo pero vamos, que salvo los de hoy que eran muy agradables y preguntaban y los de anteayer, que hasta uno cogía notas, los otros como si vieran llover y me he clavado un huevo de inspecciones yo solita con todo el papeleo que conlleva.
Ayer, incluso me llamó un carnicero por la tarde… obviamente no iba a preguntar directamente y empezó con historias sobre las vacaciones de Navidad, que anda que no queda… y yo, venga, al grano, qué pasa… y el otro, ¿te han amenazado? ¿te ha pasado algo para ir con una pareja de la Guardia Civil? ¿iréis a verme? Es que te han visto en tal sitio, me ha dicho Fulanito que estuvisteis en su almacén… que casi se caga de susto… Claro que las dos primeras preguntas no son las importantes, la que le agobia es la de si vamos a ir a verle… no tiene desparpajo ni nada el muchacho…
Algunos no han sido muy habladores, pero todos tienen la deformación profesional esa que parece que les obliga a preguntarte de dónde eres pero de mil formas distintas… como ya me lo sé de historias que cuenta La Rubia o de cuando me toca poner denuncias por destrozo de los coches, ya contesto a monosílabos. No eres de por aquí, ¿verdad? No… y se hace un silencio hasta que siguen, ¿de dónde entonces? De lejos, digo, pero luego me entra la risa, les contesto y les digo que todos me han hecho las mismas preguntas y que tienen ese vicio cotilla… Ya sé que me esperan cinco minutos que parece que esté en un interrogatorio. Pero bueno, yo les pago con lo mismo…
Después de estas horas con los de verde tengo que confesar que salvo una pareja de destalentados chulitos, los demás me han parecido tipos bastante normales… eso sí, demasiado educados y marciales con tanta cuadratura y tanto mi teniente, mi capitán y esas cosas, pero ya sé que eso de las jerarquías es como en el ejército. Me han contado historias, hemos comentado cotilleos y hasta me han pagado un cortado rápido a media mañana. Alguno me ha cogido la cartera con todos mis chismes y me ha sujetado la carpeta durante la inspección… no estoy acostumbrada a estos detalles, pero está bien, mientras me pringo con el pescado, me sujetan los papeles…
Me parece que es muy vocacional lo de ser Guardia Civil, porque desde luego no lo harán por el sueldo… paupérrimo, paupérrimo… aunque claro, hay tanto trabajo tan mal pagado… o algunos demasiado bien pagados… No me extraña que de vez en cuando haya alguno avinagrado hasta las trancas…
Espero que después de esto, se hayan quedado con mi cara y no me paren cuando vaya en coche, jejejeje (bueno, supongo que ya no me pondré tan nerviosa como la última vez… o sí, que soy yo y mis nervios nerviosos)… y sobretodo, que no se pongan a meterse en las industrias a mirar etiquetados y a creerse que saben de esto… yo me he ofrecido a que cuando tengan dudas me llamen (pero no a las tres de la mañana) y que salvo los días que me voy a mi casa, el teléfono del trabajo siempre lo tengo operativo… Ya veremos…