sábado, 24 de marzo de 2018

Me encuentro al quebrantahuesos y le doy dos besos

Esta semana me ha tocado inspeccionar unos cuantos sitios de esos que, aunque te caen bien y te resultan agradables en el trato, no dejan de ser guarretes. Son de esos que siempre están al borde del acta para sanción y que de vez en cuando se llevan el disgusto... pero, aunque sabes que en el fondo se están cagando en tu madre, se muerden la lengua y a lo sumo te dicen "me has pillado" y cuando les llega la multa te reciben con mala cara a la vez siguiente, pero no va más allá (al menos ante mí, que luego por detrás, a estas alturas, me da igual).
 
A mí son los que me resultan más... complicados no es la palabra... es una mezcla de rollo de coco, no por la inspección en sí, que es como cualquier otra, sino por la falta de capacidad para hacerles ver que serán majos, guisarán rico, tendrán el local a tope y currarán mucho, pero, coño, el puntito ese de limpieza y de orden... que para mí es lo fundamental (obvio), no lo ven o no lo quieren ver.
 
Sé que mi función no es convencerlos y que tampoco puedes ir de mosca cojonera cada mes para forzarles a limpiar... porque lo tendría que hacer con los demás y no soy la madre de nadie, pero, que no, cojones, que no me vais a convencer con eso de que en un restaurante con un par de limpiezas profundas al año basta y a diario se quita lo "gordo"... y yo me quedo tiesa, con cara de lela y opto por cantar mentalmente cualquier tontería tipo "Bajaus, ya hemos llegado a Cambrils... Cambrils, Cambrils, veraneo en Cambrils, near to Salou" o "Jacinto Benavente, Jacinto Benavente", "me encuentro al quebrantahuesos y le doy dos besos y le pregunto por si hay carroña, cojo una ovejita por el pescuezo, está podrida será mi almuerzo"...
para evitar una explosión de............................... (añadid cualquier cosa pero yo me veo a mí misma como si fuera de Bloodbath en pleno concierto... la niña del exorcista no me llega a la suela del zapato)
 
Así que me he pasado media semana con cara de haba cantando mentalmente mierdolerías cachondas cuando en realidad lo que me apetecía era ponerme unas muñequeras con pinchos, pintarme las uñas y los ojos negros, clavarme unas botarracas y pegar cuatro aullidos para relajarme... como si con eso fuera a conseguir que limpiasen... qué atontada... ale, me voy que estará Berto en la radio hablando de caca-culo-pedo-pis y eso también me relaja mientras cocino.
 

3 comentarios:

  1. Acabo de descubrir tu blog y me has conquistado con tu narrativa, las anécdotas y las referencias a los Gandules! Enhorabuena!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que es escuchar La Tuneladora y... ay, la lagrimica que cae... jajaja... Es un honor que un Barón y más de la Birra lea mis idas del bolo... por aquí, La Rubia ha leído alguno de sus blogs cerveceros... Salu2

      Eliminar
    2. Sí? Doble emoción entonces! Seguimos en contacto, pues.

      Eliminar