martes, 7 de julio de 2015

Con faldas y a lo loco… cociéndonos en nuestro jugo

Desde el retorno de esas olvidadas ya vacaciones, vamos de cráneo, de culo, como puta por rastrojo… Desde aquí aprovecho para agradecer a mis compañeros el trabajo que se han clavado estas últimas cuatro semanas… ni un escaqueo, ni una mala cara… al revés, parece que si ves a tu compañero pringar y deslomarse, pues te subes al carro… así que si son las ocho y no hay nadie en la oficina no es porque no hayan venido, es que ya han salido y si llegas a las tres y media con toda seguridad encontrarás a alguien al borde del colapso con 36ºC en el despacho, mandando un acta, haciendo un informe urgente o simplemente dejando bártulos, un pis, un trago de agua y para casa… sudoroso, cansado y rojo como un tomate.

Algunas han aprendido a no llevar faldas vaporosas con tanga debajo para ir de piscinas en las que el cuarto de máquinas es subterráneo con escala en la pared o con faldas cortas para subir a los depósitos o que para ir a ver un abastecimiento, las manoletinas no sirven para ir por campos recién cosechados… Al menos con las anécdotas nos echamos unas risas…

La protección solar parece una tontería pero pasa la mañana cogiendo aguas y volverás con los brazos rojos por el sol o haz inspección en las piscinas y ya me contarás cómo acabas… ya no sabes si el dolor de cabeza es por el sol, por los socorristas o porque te bullen sueños invernales…

Que antes de subir al coche hay que comprobar que el volante no lleva tres horas al sol porque te quemas las palmas de las manos y se pelan (doy fe) y que hay que revisar el asiento por si ha entrado una avispa puta que te muerde el culo (en medio del moflo)… las risas ya vinieron porque, estando junto a una piscina, no le hubiera pedido al socorrista que le pusiera pomada y no pedirle unos tristes cubitos de hielo al del bar, para luego parecer que te has meado encima… es lo que tiene llevar tanto tiempo en el despacho, que ya has visto bragas, escotes, tatuajes, “rajetas” del culo, calzoncillos y demás que las risas vienen por nuestra imaginación gilipollil… Y sí, la idea de llevar el bikini y pareo al despacho no es mala, o el concurso de camisetas mojadas propuesto por los pastafaris vía WhatsApp, al menos estaríamos en condiciones de sobrevivir a los 32-37ºC del despacho y ya cobrando entrada, alegraríamos a los del Sintrom y podríamos financiar un aire acondicionado… o crear el “apadrina a un inspector de sanidad”… a cambio de un calendario esplendoroso nos pueden abastecer de pilas, bolis, reactivos, grapas, un alternador nuevo para un coche, una correa de distribución para otro… la releche ya sería poder cargar el gas de otro de ellos… que de seis coches, tres no tienen aire salvo el de las ventanillas bajas…

A todo esto, yo pensaba escribir sobre la cadena de frío y el transporte pero ya lo dejo para mañana… bastante jodido tenemos mantener nuestra cadena de frío como para pensar en un pez al que le sube la histamina por momentos…

3 comentarios:

  1. A mi me quedan más de la mitad de las piscinas, y ya parezco del Caribe, y eso que hago las inspecciones con pamela
    !! Me apuntó lo del bikini y pareo..

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  2. A mi me quedan más de la mitad de las piscinas, y ya parezco del Caribe, y eso que hago las inspecciones con pamela
    !! Me apuntó lo del bikini y pareo..

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  3. Y haya la temperatura que haya, las batas de los inspectores siempre de manga larga por más que le digamos.....se nota que quién las encarga está sentadito en su despacho con aire acondicionado

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