jueves, 12 de febrero de 2015

Ponme excálibur

Andaba de inspección por una “pseudoalerta” de un producto y mientras escribía un acta concienzuda indicando que no había existencias, que no se podían tomar muestras reglamentarias y que los de la oficina no podían sacarme en ese momento la distribución del lote dichoso y que ya me la harían llegar, entra un hombre de un restaurante que ahora en el re-re-reparto me ha vuelto en gracia.

Entra como siempre cual exhalación, a su bola y sin prestar atención alguna a su entorno y le dice a la chica del mostrador “Hola, ¿tienes ya mi excálibur?” Y la otra se queda mirándole y casi preguntando le dice “¿Noooo?” El otro sale escopetado hacia dentro del almacén a preguntar al encargado.

Mientras, yo a mi acta y la otra me dice, “Pero excálibur no es una espada?” Sí, le contesto, y también un collar para perros para las pulgas…

Resultado de imagen de excalibur

Regresa el otro con dos cajas de cartón y el albarán para que la otra le prepare la factura. Excálibur por aquí, excálibur por allá… hombre hola (me cambia el nombre por mi compañera), cuánto tiempo sin verte… entra el del almacén: “¿Seguro que quieres eso? Es como  lenguado”. “Uy, no, no… yo quiero bacalao”.

Resultado de imagen de fletán pescado

Yo ya no sabía cómo ocultar la sonrisa tonta que me había dado y disimulaba enfrascada en el acta. El del almacén se da cuenta y me guiña el ojo… Le susurro, “el excálibur es por el halibut, ¿no?” … Y el otro contesta, “al menos no ha pedido dos cajas de Hollywood”…

Me ha hecho gracia… una que es muy payasa…

1 comentario:

  1. Jajajaja que gracioso el hombre! hay gente que ya no sabe ni lo que pide jaja
    Me tienes enganchadita a tus blogs ;) Gracias :)

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