martes, 14 de febrero de 2012

Toc, toc, toc, Penny… toc, toc, toc, Penny

Ni Sheldon lo hubiera hecho mejor esta mañana… por la puerta del almacén, por la otra puerta del almacén, en la puerta de la casa… no hemos quemado el telefonillo porque somos buenas.

¿Qué esperábamos? ¿Que tras cuatro años tratando de inspeccionar nos abrieran las puertas como en una jornada de puertas abiertas? La otra opción que barajaba es que los tres hermanos nos dejaran pasar para acogotarnos… así que casi mejor la primera opción.

El acta ha quedado surrealista, pero yo ya he hecho lo que tocaba y paso, no pienso mover ficha hasta que el jefe y sus jurídicos decidan… aunque, ya me veo con la guardia civil en medio de la carretera con uno de los camiones parados… está claro que aquí no ha acabado la cosa, si casi no ha hecho más que comenzar… ¿qué durara esto? ¿otros cuatro años?

He hecho un break… que me tocaba pinchar al perrucio antibiótico… estará las próximas horas “sin hablarme”… desde luego La Rubia no se puede quejar de zoológico, una cabra y un perro… cualquier día nos saca con la guitarrica y a mí me pone a subir y bajar de una escalera y al perro con una gorra a pedir limosna.

Después no he ido al otro lado a levantar acta… amenazaba nieve y bastante papeleo tengo acumulado. Como siempre, teléfono por aquí, llamada por allá… menos mal que solamente en el trabajo… esta mañana al llegar al despacho, sobre mi mesa estaba tanto el móvil del curro como el mío particular y no me había dado ni cuenta de que me los había dejado.

Para surrealista hoy, mi vecino de despacho… tenía un mensaje de las siete menos diez de la mañana diciendo que estaba malo… horas más tarde me ha contado que la culpa ha sido de una ostra…Norovirus, amigo, norovirus… cuadro de libro… y manda huevos que viniera conmigo a un curso sobre productos de la pesca y sus peligros… con la lata que nos dieron con los virus….

Qué suerte tengo de que las ostras y otras cosas así no me molen nada… aunque ya se sabe, en casa del herrero…

Me voy a darle un rato a la pelota… tras medio ¿nevar? ¿granizar? Da igual, voy a reírme un rato cuando la bola me pase a medio palmo de la pala… a lo mejor hoy tengo la tarde inspirada (pasa una de cada quince veces)… antes voy a pelotear al perro que está frotándose contra todo con un cabreo de narices… de hocico más bien

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