sábado, 21 de enero de 2012

Fin de semana

Comienzo el año agotada… a eso de las cuatro y pico, cuando todavía estoy comiendo me entra un cansancio, que como me siente, me quedo frita casi media hora… yo creo que es que desde mis cuatro galletas y el vaso de leche antes de las siete de la mañana hasta las cuatro, hora a la que comemos, pasan demasiadas horas y mis reservas de energía caen estrepitosamente… comer algo a media mañana lo solucionaría, ya, pero no tengo costumbre y se me olvida coger aunque sea un par de mandarinas de casa…

Tampoco es que a las seis y pico esté muy despierta… me he rebanado un poco un dedo cortando chorizo para los macarrones… claro, que tampoco mis terminaciones sensitivas estaban muy despiertas y el agua fría ayudó a dormirlas más… pero a las doce de la mañana, me palpitaba el pulgar… no es un corte grave ni mucho menos, pero el colgajo se quedó allí medio suelto y me he ido enganchando por todo hasta que por fin, cual caníbal le he he dado un mordisco y tirado a la basura…uf, qué gore suena!!!!

Con esto de la nieve, la lluvia, el hielo… y el perro, La Rubia decía que el suelo de casa sonaba como si fueras pisando Krispies… da igual las veces que pases el cepillo, las veces que friegues o pases el aspirador, siempre hay algún pelo por el suelo o tierra… No se puede tener perfecta la casa con un perro por medio y menos mal que se le ha pasado su virus porque era un grifo de esputos continuo… sigo con mi vena guarrindonga…

En cuanto al curro, como siempre, siendo la mala esa que levanta actas para algunas, la pesada de las temperaturas para otros, la friki que se sabe los artículos de las normas (lo soltó un compañero el otro día tomando un café y es un tanto exagerado, aunque es verdad que me sigo sabiendo parrafadas literales de normas alimentarias, pero al igual que gasto memoria en diálogos de los cuentos que me contaba mi madre y mi abuela de pequeña- soy una experta en la ratita presumida, en caperucita roja y en los siete cabritillos, voces incluidas).

Para variar, como todas las semanas, discutiendo con algún ayuntamiento… no entiendo lo de mentir en los registros, si el cloro es 0, es 0… Otra cosa de la que no quieren enterarse es de las licencias municipales, que con la famosa ley Omnibus se han agilizado, pero para según qué, siguen perdiendo el tiempo solicitando informes no necesarios ni vinculantes sobre aspectos desfasados para demorar su puesta en marcha… estoy harta de devolverles tochos de proyectos que cuentan los perfiles de las viguetas y las no sé qué de las no se cuantas que nada tienen que ver con mi trabajo… cuando el sitio se ponga en marcha, ya os haré un informe sanitario si lo queréis y si entra dentro de mi ámbito de trabajo, que esa es otra.

Lo ideal sería que los que van a poner ese negocio, si es alimentario, al menos consultaran con los de sanidad para que no se dejen de poner alguna cosa necesaria, como los lavamanos que suelen olvidarse y luego, ah, es que no tengo cerca un desagüe… sigo alucinando con las ideas de algunos arquitectos e ingenieros, que dejarán un sitio bonito pero horrible desde el punto de vista de la seguridad alimentaria… si a nosotros lo de “jugar a las casitas” nos mola…

Buen finde… espero terminarme un libro que parecía otra cosa, la idea es buena pero lo adornan demasiado con rollos sentimentales-físico-sexuales que ya parece una novela moñas y no le pega… Creo que me confundí de trabajo, debería currar en una editorial leyendo sin parar y obligando a reescribir diálogos absurdos y frases rimbombantes… uf, creo que sería despiadada y temible… y no la hermanita de la Caridad que estoy hecha…

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