martes, 31 de enero de 2012

Descontando minutos

Nos quedan menos de dos horas para emprender camino a Mordor… nos racionamos tanto los días de permiso que a finales de enero intentamos venirnos a Zaragoza, si el tiempo lo permite… es como la margarita, este año sí, este año no… y este año ha tocado sí. No hemos hecho nada especial; de hecho no he visto a nadie de la pandi, pero he estado con la familia (cual clan italiano) celebrando el cumple de la Mamma… y de chácharas interminables con una de mis hermanas (que hacía tiempo que no rajábamos tanto). Y parque… parque pequeño, parque grande, parque pequeño, parque grande… no querías perro, pues toma paseo… Que no me quejo de los paseos pero el Cierzo soplaba con ganas y mis guantes se han quedado durmiendo en Mordor.

No me cunde nada venir… mi madre se ha empeñado en que ya va siendo hora de que despeje mi habitación y me lleve lo que vale o considero que vale y tire lo demás… cajón que abro, cajón que mi madre vaciaría en la basura…

Por encontrar, he encontrado tesoros… historietas a medio escribir, letras y letras de canciones de mi adolescencia (hasta traducidas), partituras, cartas de amigos, felicitaciones navideñas y tarjetas de cumpleaños… hasta cartas a los Reyes Magos… dibujos currados, apuntes, mi primera nómina, fotos de la EGB… esas cosas no se tiran no? Una de las cosas más raras que he encontrado ha sido un “testamento” de una que fue mi “mejor” amiga (acabamos fatal y no hemos vuelto a hablarnos desde los 21 años). Estaba sin abrir… madre, qué de chorradas… pero me dejaba sus discos y sus cintas VHS, sus libros y los autógrafos de los Héroes del Silencio… qué bueno…

Tres bolsas para el contenedor azul y me quedan cajones, estantes y rincones varios que revisar (vamos, si tengo un par de cajas de impresoras a tope de papeles).

Hay cosas que me hace duelo tirar, aunque sé que no sirven ya de nada, por ejemplo los apuntes de la facultad, que me los curraba que daba gusto, con dibujos incluso… ahora mismo no sabría coger apuntes a esa velocidad con esa limpieza y esa letra… pero dudo mucho que me dé por repasar genética o agricultura… y algunos deben ser tan obsoletos como cuando mi padre me pasó apuntes suyos… La Rubia se ofrece a escanearlos pero me parece otra pérdida de tiempo…

Y ya no cuento de libros… qué sobados algunos… con lo que me costó comprarme algunos de ellos o lo pesada que fui para que mi abuelo, mi madre o mi padre me los comprara (lo reconozco, he sido una auténtica pelmaza para que alguien me comprase libros)… esos me los llevo, aunque si tengo hijos, sobrinos o un niño pase por casa, seguro que los miraría con cierto aire de repugnancia…

Lo que ya ha sido de traca ha sido encontrar cosas y cosas que no son mías (desde luego mi cuarto se ha convertido en el trastero de mis hermanas), o encontrar media tableta de chocolate de a saber cuándo que estoy segura de que no era mía entre instrucciones de chismes que no he tenido nunca.

A esta velocidad creo que necesito un par de años para despejar el cuarto… y unos cuantos cajones para guardar lo que quiero conservar… creo que necesitaré hacer una segunda vuelta…

1 comentario:

  1. Buen viaje... no creas que en Mordor no va a hacer frío... parece ser que seréis vosotros los que traéis el frío siberiano al centro.

    ResponderEliminar