martes, 3 de agosto de 2010

Contando las horas... o no

Dicen que los días previos a irse de vacaciones terminan siendo los más largos... patrañas... no tengo horas para acabar lo que tengo pendiente.
Si además hacemos caso a la Ley de Murphy, la cosa ya empieza a estar complicada.

Para un farma que nos ponen para sustituciones, no es la persona que venía inicialmente y para colmo, no ha trabajado nunca de esto, así que no vas a ser una asquerosa que le dice, toma, éstas son las inspecciones que te tocan y adiós muy buenas. No tiene la culpa y bastante agobio debe sentir ya. Si el sistema es así de bueno de, cuanto más trabajo tienes y menos gente, se pone al novato, respiramos, cerramos los ojos y saltamos al vacío. Se hará hasta donde se pueda y punto. Pero es igual que si vas a aprender a conducir y te plantan en un jeep y te hacen ir campo a través...
Además, todos hemos tenido nuestro primer día y no hay nada peor como que te digan: "Toma, te vas a cagar en mi puta madre y lo entenderé. Adiós"- y te dan unas llaves de un coche y unas carpetas llenas de cosas pendientes que no sabes por dónde comenzar. Como eso lo he vivido, sentido y llorado en mi primera noche de trabajo, nunca se me ocurrirá hacerlo con los novatos en su primer día. Quizás por eso es por lo que al menos un par de veces al año, nos mandan a un novato. Les enseñamos todo lo que podemos a toda marcha, les saturamos de información esperando que se queden con un pequeño porcentaje y cuando ya están medio encarrilados, se los llevan a otro sitio. Y otro novato de nuevo...

Así que, en vez de contar las horas que quedan para mis vacaciones, cuento las inspecciones que me da tiempo hacer para enseñarle a la nueva, que si un obrador de pastelería, un bar, una piscina, una tienda... que si el programa informático, que si éstas son las actas de toma de muestras, que si este es el impreso de tal y se rellena así... No nos confundamos, no es por ser buena, amable o solidaria, no; es que todo lo que no pueda enseñarle, me tocará hacerlo a mi regreso multiplicado por dos y con bronca por no cumplir la programación y los plazos.

... a veces me gustaría ser tan destalentada como el comepipas, pasar los días sin hacer nada y terminar con el encefalograma plano... NOOOOOO, NI DE COÑA. Lo que sí que me gustaría sería tener la potestad de despedir a los especímenes como el comepipas... menuda limpieza de la administración... un sueño imposible, así que me queda el consuelo de que a todo cerdo le llega su San Martín y espero que para algunos sea pronto

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