martes, 29 de junio de 2010

El efecto vecino

Hoy me he quedado como Jesulín, en dos palabras IM PREZIONANTE

No voy a contar que nuestro querido Correos llevaba dos semanas sin repartirnos cartas y que hoy la montaña venía casi en carretilla... claro es que nuestros superjefes olvidan lo práctico que es el mail o el fax para las cosas urgentes y siguen con el correo ordinario que funciona fatal desde que mi vecino, antiguo jefe de correos, se mudó a un puesto mejor (y eso que el vecino hoy ha aparcado como el culo en la puerta de mi casa... también es cierto que es por un memo que ha dejado la furgoneta tapándole el garaje)

Tampoco voy a contar que nuestro genial conductor no quería descargarnos el material del maletero del coche oficial porque no le pagan por ello, solamente para traerlo, no para cargar ni descargar (tres tristes cajas de folios, unos cuantas cajas de guantes y nuestros benditos bolis azules, además de clips, grapas y esas cosas normales de usar para escribir y archivar)... claro... a mí tampoco, no te fastidia y monto estanterías, reparo ordenadores, cargo con neveras, muevo mesas y miro el aire de los neumáticos... pues la próxima vez que se traiga a un ordenanza para que haga de su esclavo... alucinante... no quiera que su mujer lo necesite algún día para cargar el peso de unas cajas de leche o la compra... que no señora, que su marido o querido o concubino irá a por el ordenanza para ayudarle porque en los votos matrimoniales el cura no dijo nada de cargar con la compra.
...Como dice La Rubia, qué sabia es la naturaleza que nos hace respirar por instinto...

A lo que iba mi tema de hoy, que me voy a otras chorradas, francamente impresionado me he... siete años siendo un nido de mierda, primos de un político de turno que lograba dejar nuestros informes en un cajón; siete años aguantando chulerías e insultos y voilà... el sitio limpio, luminoso y lo más arreglado posible para una cocina de cuarenta años... solamente han sido necesarias una docena de actas pidiendo y rogando medidas, cinco informes denegando la autorización de funcionamiento, al menos tres comprobaciones para tramitar sanciones, pero hoy, la luz se ha hecho...

¿Y por qué a estas alturas? Sencillo. Han visto a su vecino cerrado, que con lo bocas que es, se entera todo el mundo de sus sanciones y han debido pensar que los siguientes eran ellos (lamentáblemente su cocina no era la siguiente peor, que entre el vecino y éstos debe haber a bote pronto como siete cocinas horrorosas).

Nada, nada, que siga "el efecto vecino"...

No hay comentarios:

Publicar un comentario