martes, 9 de febrero de 2010

Uf, sin comentarios

He ido de acompañante en una inspección; el veterinario decía que ya no sabía si era objetivo o es que siempre veía la misma mierda... para su tranquilidad he de decir que había sido lo más objetivo posible ante la guarrería y mierda que anidaba en este lugar...

Prácticamente se podía hacer una copia de las actas de inspecciones anteriores... seguían las heces de roedores en el almacén, la grasa en la cocina, la suciedad y costra en paredes, techos, ventanas...

Lo que no había visto nunca es que en los arcones congeladores se formase hielo en la parte exterior, en los laterales (había visto tapas que no se pueden cerrar o abrir por el hielo y hielo por arriba)

Además, el restaurante por detrás tiene anexo un puti... así que las chicas como Pedro por su casa entrando en la cocina mientras se prepara la comida del restaurante... algunas con pijamitas de osos, otras en chandal... todas con cara de sueño y la legaña en el ojo... pobrecicas!

El acta demoledora, el sitio está para cerrar para que limpien durante un porrón de días, además tiene cosas inverosímiles: qué coño pinta un vater (si, un inodoro tal cual) en una cocina...

Yo pensaba que siendo además un puti, tendríamos algún mardano cachas haciendo presión o al menos controlando, pero allí no había nadie "visible"... aunque supongo que estarían al tanto de la visita y mientras no fuéramos de servicios sociales o de trabajo, no les importa demasiado que andemos pululando por allí, mientras no pasemos a la zona de las habitaciones...

De verdad (o de verdás, como dicen por aquí) que antro (y no lo digo por la cocina)... y que vida más perra... y luego me quejo de la mía... me quedo con la cara de una de las chicas, que iba con un pijama naranja de muñecos... espero que al mirarme al espejo jamás tenga esa cara de que todo está perdido.

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