jueves, 18 de febrero de 2010

Riesgos laborales... seguro que éste no está catalogado

Hoy he ido a tomar unas muestras del PNIR (Plan Nacional de Investigación de Residuos). He cogido el coche oficial, he salido del aparcamiento, he cogido la carretera y china-chana, hasta mi destino.

Salgo del coche, nevera en ristre, con mi bata y mi carpeta... me salen tres mastodontes de perros ladrando y como ya me conozco a uno le saludo... con la escandalera montada de ladridos, sale la técnica de la empresa que coge al perro que saludo porque no se fía de él un pelo (como dice mi compa, ya comió carne humana y le supo rica...). A lo que me he querido dar cuenta tenía dos perros encima mío, uno por delante, que lo he parado con la nevera (bendita ella) y otro subido a mi espalda intentando morderme el cuello (bendito el abrigo gordo que llevo con capucha, que se ha quedado destrozado)

Blanca, eso sí que me he quedado.. no sé siquiera si he gritado o no, lo único que pensaba era en encoger el cuello y parar al otro con la nevera... la otra cogiendo a los perros y tratando de abrazarme para que me dejasen en paz.

He notado un frío bajo el abrigo... vamos, he notado como se quedaba helada la cicatriz que ya llevo en forma de media luna de la mandíbula de una mezcla de pastor alemán... joer qué susto!!!
Al final, he hecho mi inspección, he cogido las muestras y me han acompañado al coche de vuelta... Se han excusado todo lo que han podido (con la de veces que les han robado, es entendible que tengan perros sueltos... y además yo debo oler a mi pequeño vampiro).

Ahora a intentar reparar mi abrigo... con lo que me abriga y gusta... aunque mejor el abrigo que mi cuello...Para que luego digan que no tenemos riesgos laborales...

Con el susto de la mañana ya no he tenido necesidad de tomarme ningún café... como platos se me han quedado las rendijitas que tengo por ojos...

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